Según los expertos en bodas, el verano es de las estaciones más elegidas por las parejas para casarse. Y es que ofrece un clima cálido que permite celebraciones tanto de interior como de exterior, pero tiene menor demanda que la primavera, lo que reduce los costos. Si estás considerando una boda entre los meses de junio y septiembre, te ayudamos a afinar detalles.
El lugar
Como comentábamos al principio, una de las ventajas de una boda de verano es que estas pueden celebrarse tanto en interior como en exterior. Sin embargo, las bodas al aire libre son las más habituales, debido a los hermosos paisajes que ofrecen estas fechas. Los lugares más elegidos son las fincas, haciendas, masías o cortijos; ¡piensa en esos magníficos jardines!
Algo que hay que tomar en cuenta, no obstante, es que el clima veraniego varía dependiendo de la región. En el centro y el sur de México son frecuentes las fuertes lluvias en verano; entonces deberán asegurarse de elegir una locación con un espacio cubierto o de contratar una carpa. En el norte no deben preocuparse por esto, ya que el verano es seco.
La hora
Si bien cualquier hora es buena hora para celebrar la boda, debes tomar en cuenta la temperatura durante las diferentes franjas horarias. Durante la mañana podrán sacar el mayor provecho a las horas de luz natural, pero es durante esta franja horaria que las temperaturas son más elevadas y deberán tomar las precauciones necesarias para combatir el calor.
Es por lo anterior que la mayoría de las parejas suelen optar por una boda de verano en la tarde o la noche, cuando las temperaturas disminuyen. Además, las mejores fotos se obtienen en la golden hour, que se da durante el atardecer.
La decoración
Los temas más elegidos para las bodas de verano son el estilo bohemio, rústico, industrial, romántico o minimalista. Piensa en jarrones de vidrio, mesas de madera rústicas, farolillos de papel, manteles de fibra natural, guirnaldas de luces, etc. No obstante, si quieres una boda más elegante, tal vez sea mejor optar por manteles blancos y lámparas de lágrimas.
Si la boda será al aire libre, no desaproveches la ambientación natural. Sin duda alguna, no pueden faltar las flores de la temporada, tanto en el ramo de la novia como en los adornos de la ceremonia. Por el contrario, si la boda es en interior, puedes optar por decoraciones más elaboradas, pero igualmente recomendamos incluir adornos florales para ir acorde al tema.
Los colores
Lo habitual es que las bodas de verano estén llenas de color, principalmente por tonos vibrantes y alegres, como turquesa, coral, fucsia, amarillo, rojo, aguamarina, verde cítrico, etc. Dependiendo de las preferencias de los novios, otras parejas optan por usar colores pasteles como el lila, el rosa pastel y el azul bebé.
Sin embargo, sobre todo si se ha optado por un estilo rústico o bohemio, los colores neutros -como el blanco, el beige o el gris perla- funcionan bien. Combínalos con toques de color estratégicos en otros detalles de la decoración para un estilo relajado.
El menú
Estas son fechas de altas temperaturas, por lo que parte de las precauciones para combatir el calor que se deben tomar incluye la elección de recetas frescas y ligeras. Para empezar, lo mejor será contar con una barra de bebidas refrescantes para que los invitados se hidraten en cualquier momento. Piensa en limonadas, cocteles con frutas de temporada, aguas aromatizadas, etc.
En cuanto a la comida, destacan las ensaladas ligeras, las sopas frías y las carnes a la plancha. Para los postres, nada mejor que los sorbetes, las paletas o una barra de helados. Pero lo más importante es asegurarse de que la comida se mantenga fresca y en buenas condiciones durante toda la recepción, especialmente si se está ofreciendo pescado.
Los souvenirs
Otra manera de ayudar a tus invitados a combatir el calor del verano podría estar en los diferentes detalles se llevarán como souvenir; la idea es que no solo se lleven un recuerdo, sino que puedan usarlos de forma práctica durante la celebración. Piensa en sombreros, abanicos, sombrillas de papel y cualquier otro accesorio que ayude a refrescarse y protegerse del sol.
El vestido
Finalmente, ninguna boda está completa sin el vestido de la novia. Debido al clima cálido de estas fechas, lo recomendado es que se opte por telas ligeras, como el chifón, la gasa, la seda y los encajes perforados. Se suele optar por siluetas no muy estructuradas, vestidos con aperturas y de mangas cortas, tirantes finos o strapless.
Sin embargo, si no estás muy asegura acerca de lo que debes buscar en un vestido, no te preocupes; un profesional siempre toma en cuenta cosas como la estación del año antes de mostrarte opciones. Lo mejor será que agendes una cita y le cuentes a tu asesor todos los detalles acerca de la celebración para que encuentren el mejor vestido para una boda de verano.